Mensaje al Pueblo Cristiano


Parámetros apoyados en el libro "Como un vestido”del doctor (W. Dayton Roberts)

Para entender la situación tan crítica en la que se encuentra hoy la salud del planeta es necesario analizar las cosas desde el inicio. En el principio Dios instruyo a Adán y a Eva. El Antiguo Testamento nos dice que Dios habló así a la primera pareja: “Fructificad y multiplicaos; llenad la Tierra y sojuzgadla…”

Nuestra especie ha fructificado y se ha multiplicado al punto haber agotado casi todos los recursos de la Tierra.

También hemos sojuzgado al planeta. Hemos extraído de la tierra todos los elementos que necesitamos para hacernos más fácil la vida y así tenemos hoy un estilo de vida que nuestros ancestros quizá nunca soñaron.

Pero el mandato bíblico también dice: “henchid la Tierra” eso significa “llenar lo que falta”, cubrir sus deficiencias, atender sus necesidades.

Llegó el momento de hacernos una Auditoria Ambiental y reconocernos como hijos pródigos y despreocupados de nuestra Madre Naturaleza.

Hemos estado explotando, desperdiciando y destruyendo la Tierra durante siglos y siglos; sin embargo es hasta ahora, muy recientemente, que empezamos a tomar conciencia de los riesgos y las amenazas en que hemos puesto al futuro de la humanidad.

Somos mayordomos de la creación por mandato divino y esa es una responsabilidad a la que no podemos renunciar. Nos corresponde traducir la preocupación en medidas prácticas y en cambios de conducta que garanticen un mejor futuro para TODA la creación de Dios.

La motivación para ser defensores de la Madre Naturaleza surge de nuestros más sólidos valores morales, espirituales y éticos. Creemos que las grandes religiones del mundo deben estar a la altura de sus responsabilidades y que apoyaran este movimiento comprometido con la conciencia de mayordomía.

En síntesis:


  1. Dios encomendó a la raza humana la mayordomía de su creación. Como cristianos debemos obedecer y asumir el liderazgo en el rescate del mundo creado por Dios.

    2. Nos corresponde como cristianos representar al mundo delante de Dios y nos tocara dar cuenta de lo que hagamos o dejemos de hacer. 

    3. Vivimos en los países en vías de desarrollo. Estamos esparcidos principalmente en África, Asia y América y formamos una faja que se extiende rodeando al planeta sobre la línea del Ecuador. Convivimos con la mayor densidad de la biodiversidad de la tierra, acumulamos todos los bosques húmedos y todos los arrecifes de coral. Estos son los elementos que integran el sistema energético y el sistema climático que mantiene vivo al planeta. Es nuestra misión propagar la conciencia ecológica con el mismo empeño con que se predican las buenas nuevas de salvación.

    4. La preocupación y el interés por el medio ambiente deben constituir un nuevo eje en la teología para el siglo XXI.

    5. El deterioro del medio ambiente ha tomado el lugar de otras amenazas de orden geopolítico que antes nos desvelaban, como la posibilidad de una tercera guerra de alcance mundial o la eventualidad de una gran conflagración nuclear. Hoy la mayor amenaza que se cierne sobre la humanidad atenta directamente contra la integridad del planeta, contra las particulares y frágiles condiciones que hacen posible el fenómeno de la vida. Lo más grave es que el daño avanza silenciosa y taimadamente.

    6. La Biblia nos dice que la creación entera, tanto la raza humana como el medio ambiente, serán sujetos de muerte y resurrección por disposición divina. De modo que, estando tan cerca el día en que debamos rendir cuentas, debemos empezar a preguntarnos ¿Qué podemos hacer por la creación? A pesar de que la conciencia ecológica ha aumentado considerablemente, lo que se ha logrado en materia de conservación de los recursos, en protección del medio ambiente y en la disminución de lo que se desecha y contamina, es realmente poco.

    7. Pregúntese ¿En qué consiste la crisis del medio ambiente? ¿Cómo afecta esto el cumplimiento de la Gran Comisión y cómo afecta la verdadera naturaleza del ministerio cristiano? ¿Qué podemos hacer? ¿Qué tenemos que hacer?

    El Movimiento Ecologista necesita ya tener voz en la Asamblea Legislativa. Es la cuota de poder que hace falta. Por eso le pedimos su voto.

    (Parámetros apoyados en el libro Como un vestido, del doctor W. Daytos Roberts)


Sus votos se sumaran a la voluntad y a la motivación indispensables para empezar a cumplir con el mandato divino de henchir la Tierra.


PARTIDO VERDE ECOLOGISTA

CONCIENCIA Y ACCIÓN INSPIRADAS POR NUESTRA FE EN DIOS

SUSTENTABILIDAD Y SUPERVIVENCIA

NUESTRA META